Introducción:
En este ensayo se pretende presentar una herramienta de diseño ecológico y holístico que pueda servir de auxilio y apoyo al profesorado de las escuelas primarias, segundarias y a todos los interesados en la protección medioambiental y la sostenibilidad, en la búsqueda conjunta activa de una manera de pensar, comprender, sentir y actuar guiadas por los parámetros de la sostenibilidad. La permacultura, es el diseño ecológico y con ello se pretende enseñar a los jóvenes una manera de crear soluciones diseñadas y participativas, que mejoren tanto nuestro entorno, como la creatividad individual.
El objetivo es poner en marcha sistemas, ubicando los elementos para que estén en relación correcta entre ellos, con el fin de optimizar las potencialidades del conjunto. La permacultura no concibe los sistemas como un conjunto de elementos individuales sino más bien como un conjunto de interacciones entre estos elementos. La práctica de la permacultura representa, además, un cambio de actitud frente a la vida ya que pide un cambio de paradigma cultural donde se priorice la cooperación y la identificación con el resto de las formas de la naturaleza.
El movimiento de la permacultura ha sido un precursor de la mayoría de las iniciativas sobre sostenibilidad que han ido desarrollándose a lo largo de las últimas tres décadas. En efecto, en varios países se está aplicando la permacultura para poner en práctica y dar apoyo a la Agenda 2030 y este ha sido de beneficio por muchas razones: Aumenta las habilidades para la vida, nos introduce en la educación ambiental, preserva la cultura y la biodiversidad, fomenta el desarrollo emocional e incrementa los hábitos saludables, entre muchos otros aportes significativos para el crecimiento y mejoramiento de todos.
Desarrollo:
La permacultura es un enfoque de diseño sostenible que busca crear sistemas agrícolas y sociales que imiten los patrones y las interacciones de la naturaleza. Es el arte de diseñar espacios de vida, territorios funcionales, profesiones y vidas ricas en significado, inspirados en la naturaleza. También cuidar de los seres humanos, de la tierra y a compartir equitativamente pensando en un futuro sostenible para las presentes y las futuras generaciones.
Siguiendo su etimología, permacultura significa cultura permanente, aunque algunas personas restringen su significado a agricultura permanente, ya que, sin la producción constante de los frutos de la tierra, la vida humana y su cultura es imposible. Pero la permacultura es mucho más. Mollison y Holmgren (1978:3) aportan una definición más actualizada: “...la permacultura es el diseño consciente de paisajes que imitan los patrones y las relaciones de la naturaleza, mientras suministran alimento, fibras y energías abundantes para satisfacer las necesidades locales”. El objetivo es crear sistemas que sean ecológicamente sanos y económicamente viables, que produzcan lo necesario para satisfacer sus propias necesidades, que no exploten sus propios recursos o los contaminen y que por lo tanto sean sostenibles a largo plazo.
La permacultura fue desarrollada en los años 70 por los australianos Bill Mollison y David Holmgren, como una respuesta a los problemas de contaminación del suelo, del agua y del aire, consecuencia de los sistemas agrícolas e industriales existentes. El australiano Bill Mollison es la figura clave en el surgimiento del diseño permacultural, nació en Stanley, Tasmania (1928). Desde adolescente aprendió a ganarse la vida por sí mismo; fue panadero, trabajador forestal, aserrador, trampero, naturalista y pescador de tiburones. En medio de ambientes silvestres y difíciles, cazó y pescó para vivir. Pronto aprendió el duro arte de sobrevivir en condiciones extremas y amar a la tierra y las regiones por donde uno vive.
Hieronimi (2003) explica que se deben considerar algunos de los principios de la actitud humana, si queremos desarrollar la permacultura en nuestra vida, entre los cuales destacan:
La ecología incluye a la humanidad.
Trabajar con la naturaleza, en vez de contra ella.
Dejar en condiciones mejores todo lo que tocamos.
Convertir problemas en oportunidades...deshechos en recursos.
Todas las situaciones necesitan tratamientos diferentes.
La naturaleza requiere una recompensa por cada regalo.
Saber cuándo tenga suficiente.
Cooperación en vez de competencia.
Todo funciona en ambas direcciones. (cada ventaja tiene una desventaja).
Cada problema puede ser un recurso.
Mejor observar, pensar e investigar que trabajar sin necesidad.
Para la permacultura existen unos principios que incluyen el diseño y la construcción sostenible, esto se trata de construir de forma respetuosa hacia todos los seres vivos, es decir, que la forma de construcción sea un proceso eficiente para la humanidad y su permanencia a nivel evolutivo, que no dañe, más bien aporte al mejoramiento de la calidad de vida de toda la sociedad en general, en este caso la permacultura toma en cuenta:
1) Ubicación Adecuada.
2) Integración en su entorno más próximo.
3) Diseño personalizado según las necesidades del usuario.
4) Adecuada orientación y distribución de espacios.
5) Empleo de materiales saludables y biocompatibles.
6) Optimización de recursos naturales.
7) Implantación de sistemas y equipos para el ahorro.
8) Incorporación de sistemas y equipos de producción limpia.
9) Programa de tratamiento de los elementos residuales.
10) Manual de usuario para su utilización y mantenimiento.
Los principios de diseño se pueden resumir como:
Observar y trabajar con la naturaleza: diseñar para reflejar y trabajar con los procesos naturales.
Promocionar la diversidad: diseñar para mantener y aumentar la diversidad.
Desarrollar la sucesión: planificar para cambios a lo largo del tiempo.
Minimizar los riesgos: distribuir los riesgos a través de la diversidad y realizando pequeños cambios y con mucha precaución.
Multiplicar las funciones: maximizar el valor de uso.
Crear relaciones beneficiosas: construir redes a través de la cooperación.
Utilización eficiente de recursos locales: minimizar y utilizar sabiamente los aportes externos.
Utilización de sistemas de retroacción: implantar sistemas para el seguimiento y la corrección de errores.
Hacer circular los recursos: maximizar el reciclaje, minimizar los residuos y la contaminación, gestionar los recursos renovables.
“Cómo puede aportar el presente ensayo, desde mi blog, al desarrollo educativo de este tema”.
El potencial pedagógico de la permacultura puede convertir este método de diseño en una excelente herramienta para el desarrollo integral del alumno, aprendiendo a conectar, respetar y responsabilizarse por su entorno. Su aplicación en el contexto escolar aporta una serie de ventajas:
-Concebir la escuela como un sistema integrado.
-Aprender a conocer de una manera más íntima el funcionamiento de los ecosistemas naturales y aquellos artificiales creados por los humanos, a través de experiencias prácticas.
-Familiarizarnos con el concepto de “ciclo”.
-Crear programas educativos o prácticas que evidencien las conexiones y el dialogo entre las diferentes materias de estudio ya presentes en el currículo.
- La implicación de toda la comunidad escolar.
Los huertos y la permacultura:
Existe un número cada vez mayor de escuelas primarias y segundarias, públicas y privadas, que están diseñando huertos. Algunas de ellas aplicando los principios de Permacultura e incorporándolos en su currículo, después que los profesores y el personal no docente de las escuelas han asistido a algún curso. La realización del diseño de un huerto sea tal vez la manera más sencilla de introducir la visión sistémica de la sostenibilidad dentro de un aula, pero las posibilidades son más amplias, ya que la permacultura no es una técnica de horticultura sostenible sino un método de diseño holístico; depende de cada escuela concreta decidir hasta qué punto llevar ese diseño.
La permacultura no enseña a cultivar una tomatera o unas calabazas, va más allá y nos explica, por ejemplo, los beneficios de combinar adecuadamente las plantas de los cultivos y como potenciar los efectos del entorno para mejorar la productividad. Es pues, un método que nos facilita ubicar cada elemento con tal de optimizar las potencialidades del conjunto.
Conclusión:
En resumen, se puede decir que la permacultura es la ecología aplicada a nuestro entorno y nuestras actitudes. La permacultura se aplica a diferentes áreas del conocimiento, como son, la agricultura, la ecología, la sociología, la economía y por supuesto la arquitectura, específicamente en la construcción y el uso de materiales naturales, conocido por algunos como bioconstrucción.
La permacultura se puede aplicar a cualquier escala y a cualquier ámbito de la experiencia humana: desde el huerto familiar a los asentamientos urbanos más densamente poblados, desde las granjas hasta regiones enteras.
Dependiendo de las ganas y los recursos a disposición de cada escuela, es posible abarcar proyectos que incluyan la construcción sostenible, la generación de energía usando fuentes renovables de varios tipos, el tratamiento de las aguas residuales, el manejo de animales y el desarrollo de bosques comestibles, la puesta en marcha de sistemas económicos alternativos. Entiendo que la importancia de la permacultura radica en que estanos permite crear sistemas productivos sostenibles en espacios de área reducida, lo que significa que puede ser fácilmente aplicado tanto en zonas rurales como urbanas o en otros casos los centros educativos que no cuenten con una gran extensión de terreno, mediante el reconocimiento de los patrones y procesos naturales para luego ser integrados en nuestra vida diaria sin alterar el orden, más bien ordenando y mejorando nuestro entorno y a nosotros mismos.
La permacultura es un método global que permite poner en marcha y concebir sistemas resistentes y sostenibles que satisfagan las necesidades humanas, imitando estrategias de la naturaleza.
Referencias Bibliográficas:
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